Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
De la obra musical de Rodrigo, s lo Hurbanistorias fue distribuida para una comercialización n específica por su creador, en los 850 casetes que vendí personalmente tras presentaciones y a las puertas del Museo Universitario del Chopo.
Lo demás cintas desaparecidas y luego rescatadas, uno que otro video y casetes piratas, as# como los escritos aislados hallados casi por azar, han sido coleccionados luego de aquella mañana del sismo del 19 de septiembre de 1985, cuando perecía El Profeta del Nopal.
Carcajadas filosóficas, cábulas del rol, caricaturas melódicas, loas periodísticas al Tri de Lora y al Brujo Betis, poemas requinteados ad libintum o fantasmas de un pincel de bosquejos humeantes, estas letras del Profeta del Nopal desgajan un instante en la distancia que nos permite acercarnos, otra vez, al último de los grandes trovadores que canta a esta Vieja ciudad de hierro.