El nuevo vecino de Roldán es un detective privado, pero no se parece a los detectives que aparecen en televisión; no tiene ni una enorme lupa ni va vestido con un impermeable. Lleva vaqueros, una chaqueta de cuero negro y muchos libros en el brazo. Su nombre es Heredia y pronto Roldán se convertirá en su asistente para ayudarlo a atrapar al secuestrador de un perro, Benito.