Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Con pluma ágil y gran rigor académico, la historiadora Kena Bastien entreteje y relaciona en este libro, desde un espíritu fino de la crítica y el sentido del humor, lo que pudiera parecer imposible: la política, la cultura y la salud. Recorre la historia de las escuelas de danza profesional del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en los aspectos que tocan a su educación dancística profesional y la salud del alumnado, revelando muchos datos y anécdotas de los proyectos y las decisiones más importantes que se tomaron a lo largo de veinticinco años (1975-2000).Respecto a las políticas culturales se describen los principales proyectos de reestructuración dancística y artística en dicho periodo: la de la danza en 1975 y la artística que culminó con la construcción del Centro Nacional de las Artes. También, con la ayuda de los testimonios de decenas de profesionistas en el campo de salubridad, la autora revela los esfuerzos que requiere la formación profesional de un bailarín en todos los niveles. Además incluye los convenios que el INBA estableció con sintituciones como el Comité Olímpico Mexicano, algunos de los cuales no se concretaron. Las razones están tras bambalinas.