Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Ambos lenguajes, imagen y textos, de los mexicanos pintados por sí, mismos nos ofrecen una mirada introspectiva hacia algunos de los tipos representativos del mestizaje mexicano, su publicació,n entre los añ,os 1854 y 1855, revel&oacut (...)