El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Un señor llega con su maleta y la cuidad es tan grande que lo hace sentirse perdido. Sin embargo, en su breve paso encontrará un pequeño tesoro antes de volver al aeropuerto y a su rutina de viajero solitario.