Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
El paisaje mexicano tuvo en Manuel Jose Othon a un interlocutor de privilegio: el poeta de San Luis Potosí supo ver no sólo la inmensidad y la belleza de los panoramas de su tierra, sino el drama que en ellos se escenifica, la historia y la pasion de una elocuente naturaleza. Ríos, estepas, llanuras, desiertos y bosques comparecen en estas páginas con una nítida, intachable prosodia que ha llevado a la poesía de este autor a ocupar un destacado lugar en la historia de la lírica mexicana.Con poemas célebres como "El himno de los bosques", "noche rústica de Walpurgis" y, sobre todo, "Idilio salvaje", Othón se incorporó de lleno a la rica tradición del paisajismo mexicano desde su vertiente poética, siempre con la seguridad de que todo habla y de que en cada elemento de la tierra hay un personaje.