El juego capicúa del palíndroma, o palindroma, o palíndromo, o palindromo, ejercicio lúdico donde la literatura cede su lugar a la obsesión y donde quienes se inician en el descubrimiento de las reglas de este juego se sumergen en el vicio de formar frases para leerse de ida y de vuelta, la mayoría de las veces sin sentido. Sin duda, esta rara afición ha visto su mejor momento en tiempos de Twitter. La colección de palíndromas fue escrita para ser leída por lectores de pantalla ávidos de ingenio. A diferencia de otro tipo de escrituras para internet, estos palíndromas volcados al papel en formato de libro se acomodaron uno detrás del otro en formación de rigurosa lectura. Se recomienda leerse de principio a fin para comenzar de nuevo desde el final hasta el principio. El texto de Pedro Poitevin ofrece un ameno juego mental a los lectores, juego que exige conocimiento del lenguaje e ingenio.