El verso medido, a ras de la hierba, como semibarrido por el viento, sin espigarse demasiado hasta la altisonancia, contrasta con lo que sugiere, la llanura, el ancho espacionorte donde la huella del hombre, sombra de natura, es un accidente del tiempo que mal sobrevive al mmisterio de un presagio de armonía que, de no ser por la palabra, permanecería irredento.