Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La poesía de Maricela Guerrero es una constante reescritura en clave paródica, un guiño a la lírica mexicana de los siglos XIX, XX y al Siglo de Oro. Mediante la repetición y el palimpsesto, estos poemas incorporan también la expresión cotidiana contemporánea, el refranero popular y elementos reconocibles de la cultura de masas. Como en toda buena parodia, la poesía de Guerrero es además una crítica, una toma de postura estética y política en la que la cuestión del género ocupa un lugar prominente. De lo perdido, lo hallado lleva al lector de la desolación de un cuarto de hotel a la evocación de una historia familiar, pasando por la aleatoriedad de las redes sociales, el dramatismo de un bolero o una serie de punzantes observaciones sobre la percepción del cuerpo femenino.Con un disfrutable sentido del humor y una velocidad de la enunciación única, Guerrero se sitúa desde hace años como una voz imprescindible de la poesía mexicana actual.