Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Es una colección de textos escritos entre 1330 y 1335. Desde la voz de Patronio, el consejero del conde Lucanor, estas historias son narradas con un tono moralizante a través de ejemplos que concluyen con un par de versos para sintetizar una directriz desde el punto de vista de la bondad o la malicia. Considerada la obra cumbre de la prosa del siglo XIV de la literatura española, cobra relevancia por ser antecedente de la novela moderna y un importante testimonio histórico de nuestra lengua.