El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Durante más de treinta años Niki Marangou bordó la literatura griega con sus delicados primores, retratando instantes fugaces como lo habría hecho con sus pinceles y sus acuarelas, pero con palabras.