Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
En esa época llamada periodo especial que se deriva, en parte, por la disolución de la URSS que le deja de dar apoyo económico a Cuba, la protagonista de Un lugar sin alegría, tal vez por amor a un hombre veinte años mayor que ella, decide quedarse a vivir de manera ilegal en La Habana y, a la postre, le ofrece al lector un relato entre autobiográfico e intimista de los años más críticos de la Revolución en su ámbito social, novela en la que el discreto encanto de la decadencia mezcla el pasado y el presente de una realidad que, pese a sus carencias de diversa índole, posee un dejo de nostalgia, de confidencia acrítica, de una isla y sus habitantes en la lucha cotidiana de sobrevivir el día a día.