Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
No hay duda que el poeta siempre va a la raíz de la vida, de la memoria, de los sueños por ello esta poeta parralense retoma a sus años de infancia para develar sus vivencias de niña, su universo de campo, reviviendo desde la ausencia, el goce del amor filial y fraternal de antaño.