Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Paul Medrano vuelve a la carga con una narrativa chamánica, llena de música, fracaso y humor. Junto al resto de las historias, este libro abre una nueva estría de la literatura mexicana, una que está muy lejos de los recintos y los aplausos. Una vena que simplemente intenta volver al origen de todo escritor: contar historias.
Mientras lees las aventuras del conjunto musical Los Testaferros, su entorno se siente vivo. En él, Rigo Tovar es un mago místico que camina sobre el agua y multiplica el néctar de coco al estilo Jesucristo. También surge Ref, tecladista de la banda, que parece que vendió su alma al diablo a cambio de música, como Robert Johnson. Todos estos milagritos se le cuelgan al árbol de la balada, cuyo ritmo permite contar la historia de un conjunto musical que desborda talento pero que no goza del éxito merecido.
Jessy Bulbo