El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El libro narra, mediante capítulos profusamente ilustrados con fotografías de la época, recortes periodísticos, publicidad e imágenes actuales salidas de la lente del fotógrafo contemporáneo, incisos que corresponden a calles y zonas clásicas para la compra de libros de segunda mano como la Lagunilla, avenida Hidalgo, Donceles, Álvaro Obregón y Miguel Ángel de Quevedo, entre otras. Además incluye tres mapas que permiten ubicar dónde estuvieron y todavía se encuentran las librerías de viejo que han marcado parte de la historia ignorada del consumo metropolitano de libros.