Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Canto del guerrero, de José Francisco Conde Ortega es una larga silva cuidadosamente construida. Sus novecientos versos están simétricamente distribuidos en tres cantos; cada triada se conforma por tres liras. Así cada uno de los cantos tiene su propia disposición estrófica de los endecasílabos y los heptasílabos. Des este modo, el ritmo del conjunto se sostiene sin monotonía. Es la apuesta del poeta para contar una historia. Y para señalar los rigores del tiempo y las vicisitudes de una geografía entrañables.