Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Tu mano, mi boca, del mexicano Víctor Manuel Mendiola, es una pieza original y extremadamente chispeante, conformada por 59 segmentos de prosa fugaz numerados a modo de lista. Mendiola pasa gran parte del poema considerando obsesivamente la vida íntima de los platos, las copas y los cubiertos: 5. El plato es un hueco duro y temible, ó 10. La taza juega o se equilibra entre dos aguas o entre dos continentes simultáneos. Es bella, pero mentirosa. De esta serie de declaraciones singulares emerge gradualmente una narración oculta una mesa dispuesta para una cena, el encuentro de dos amantes, una seducción.