Para mí una prueba excelente de la civilización de un país es el florecimiento de la idea de la comicidad y de la comedia, afirma contundente Meredith. Y en esta sentencia se resume en gran medida la necesidad de alentar valoraciones más justas de la risa y de la comedia. No cabe duda de que el nivel de desarrollo y refinamiento de las culturas va de la mano con el ejercicio de una risa inteligente y, por lo tanto, de un cultivo esmerado de la comedia.