El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
La ardilla, nada tonta, busca un escondite seguro para guardar su comida (una hermosa nuez), lo cual no es fácil. Sin embargo, después de mucho buscar, lo encuentra; claro, como no lo logró tan rápido y le dio hambre, el escondite también le sirvió de comedor.