Mientras Leovigilda, la soñadora leona, y sus amigos se preparan para reunirse, algo terrible está sucediendo en la Ciénega Grande, que provoca que los animales abandonen la selva. Por suerte, Cidronio, el sabio cedro, encontrará la manera de enfrentar a esos inmóviles monstruos de aliento desagradable que han robado la tranquilidad del lugar. La magia que vive en el interior de Cidronio logrará que de los cuerpos de Leovigilda, Zancudiermo, Chalío, Jabalda, Armandillo y Burregundo brote música. Así, convertidos en instrumentos musicales, compartirán un mensaje de respeto a la naturaleza, que resonará al son del fandango.