El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Alguna vez has pensado qué harías si tuvieras tres narices, tres bocas o, peor aún, tres cabezas. ¿Cómo te las arreglarías para comer la sopa, en dónde se fabricarían tus ideas. La respuesta la tienes que pensar tú. Mientras, aprende a contar hasta tres.