Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Blasfemo, jugador, mujeriego y parrandero, pero también culto e ilustrado, músico, dramaturgo y hasta torero? el retrato de un hombre que estuvo destinado a cambiar la historia. El muchacho imparable y curioso que está por convertirse en un sacerdote sibarita, afecto al placer de las camas ajenas, voraz lector de la literatura de la Ilustración y apasionado defensor de la libertad y de los derechos de los criollos y los nacidos en la Nueva España, no se imaginan lo lejos que lo llevarán los ideales que considera dignos de defensa. Hidalgo desvela los claroscuros de un hombre en lucha constante con sus virtudes y sus vicios, sus afanes libertadores y sus responsabilidades espirituales. ¿Sacerdote y caudillo? ¿Un héroe iluminado por el genio de su carácter? ¿Un santón herético amistado con Luzbel? ¿Quién fue en realidad el Padre de la Patria?