Con este trabajo el autor obtuvo el Premio Bellas Artes de Novela, José Rubén Romero en su edición del 2009.Imbéciles Anónimos, es una obra de euforia prolongada por el beat de un DJ. Pero también es una explosión de rabia nihilista como distintivo generacional. En esta su primer novela el autor se perfila como un exquisito narrador kamikaze que con la narcosis, el sexo sin profilaxis, la música electrónica y el gadget tecnológico como fuselaje, estalla contra el aquí y el ahora de una sociedad predecible y aburrida. El impulso vital de un grupo de amigos "hermosos y malditos" (diría Scout Fitzgerald) es el combustible de esta historia.Imagínese el lector una casa en la ciudad de la eterna primavera, Cuernavaca, en medio de la nada, que pide prestada a un amigo para exorcizar sus demonios de la soledad. Imagine que llega y, como por arte de magia, va formándose un grupo de imbéciles a quienes en su vida ha visto, que aparecen ahí con la misma intención que la suya. Imagine entonces un crimen un crimen inesperado, del cual se vuelve cómplice sin comprender cómo es que de ser un desgraciado se ha convertido, de repente, en un asesino. A partir de ese momento, sobra decir que nada volverá a ser igual.