El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En Memoria de marzo, nos encontramos con un poeta en pleno dominio de su potencial creativo, pero no dudo que, en un futuro cercano, Francisco Meza nos sorprenda con una obra cuya pericia atraiga la atención de mucho más y mejores lectores.