Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Una carta, una invitación, una cena: una misteriosa ocasión en la que las presencias se desvanecen y se funden nuevamente para habar de ciertas persistencias de la memoria y la identidad, donde se abre la concepción del tiempo y el espacio a otra realidad. Cuento fundacional para la literatura fantástica en México en el que Alfonso Reyes, el mejor prosista de la lengua española en palabras de Borges o, en las de Octavio Paz, quien al enseñarnos a escribir nos enseñó a pensar, despliega su maestría de la invención de las letras y ofrece un relato sobrecogedor, acompañado aquí de las espirituales y espectrales ilustraciones de Santiago Caruso, dibujadas con el ojo de Jonás desde dentro de la ballena.