Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Porfirio Díaz se embarca en el Ypiranga y desde Europa observa al país desangrarse. Atrás han quedado las victorias en la Intervención francesa, las fiestas del Centenario y la severidad del «mátenlos en caliente». Para el viejo general no hay realidad más ingrata: levantó una nación que parecía un animal incivilizado; le trajo la calma, el orden, el ferrocarril, el petróleo y la modernidad, pero México le dio la espalda y lamenta que su cuerpo ya no sea capaz de dar una nueva guerra.La memoria y el tiempo lo consumen pero la claridad de los recuerdos no lo abandona ni le impide volver a disfrutar de su infancia y juventud en Oaxaca, o enfrentarse una vez más a Juárez, Lerdo de Tejada o Madero.Con rigor de historiador y genio de gran novelista, Pedro Ángel Palou se adentra en la mente del desterrado patriarca y consigue darle nuevamente voz en la primera y única novela del dictador en el siglo del Bicentenario.