Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
París, 1878. Una serie de tragedias inexplicables tienen en vilo a los empleados de la Ópera Garnier, que sostienen que el edificio está encantado. No se equivocan.
El Fantasma de la Ópera es un tenebroso personaje que vive en los sótanos, hechizado por la bella Ingrid, una cantante que lo ha hecho enloquecer. Christophe Gaultier adapta magistralmente la novela de Gaston Leroux en un cómic que combina romance, terror, misterio y tragedia, y que aparece por primera vez en un solo tomo tras la edición francesa de Gallimard.