Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
“El narrador mientras mejor es, peor le va, sufre más, después de algún tiempo no soporta el ahogo. Los más sensatos, si es que podemos llamar sensatos a esos individuos —ya dije antes que todos los escritores están locos—, los que conservan algún juicio, que son pocos, desisten en el auge de su carrera, dicen BASTA, para desesperación de sus admiradores.Los demás, cada vez más desesperados por esa insana actividad, se tiran a las drogas o se suicidan.¿Y yo qué voy a hacer?Esto debía ser el tema de un poema, pero no tengo pacto con el diablo.”Rubem Fonseca nació en Minas Gerais, Brasil, en 1925. Escritor de registros diversos y asombrosos, su obra vasta y compleja es una de las aventuras más estimulantes de las letras latinoamericanas. En sus páginas, los grandes temas de la literatura son narrados con el magnetismo hipnótico de un maestro del suspenso. En el año 2003, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara le otorgó el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. Ese mismo año recibió también el Premio Camões, el más importante de la lengua portuguesa. En 2012 obtuvo el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas.
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