Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Dos ensayos, en cierto modo especulares, que indagan en la posibilidad de existencia de un arte religioso y de un arte pornográfico. Aparentemente irreductibles entre sí, las manifestaciones formales de la religión y de la pornografía resultan estar mucho más próximas de lo que suponemos habitualmente.