Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Cinco comunistas, entre ellos una mujer, son deportados a las Islas Marías, como lo fue el propio autor cuando era muy joven. Junto a ellos, los demás inasimilables de la sociedad, personajes perpetuos de la obra revueltiana prostitutas, homosexuales, rateros. Los lisiados que fungen como esbirros completan el cuadro anómalo en que Revueltas pone en escena por primera vez sus dos compromisos el político y el literario.