Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Dos años antes de que Beatrice Prior tomara su decisión, el hijo del líder de Abnegación, de sólo dieciséis años, hizo lo mismo. El traslado de Tobías a la facción osada es su oportunidad de empezar de nuevo. Allí no lo llamarán por el nombre que le pusieron sus padres, Allí no permitirá que el miedo lo convierta en un niño asustado. Tras rebautizarse como Cuatro, en el iniciación descubre que tendrá éxito en Osadía. Sin embargo, la iniciación no es más que el principio: Cuatro debe reclamar su puesto en la jerarquía osada, y sus decisiones afectarán a los futuros iniciados y revelarán secretos que suponen una amenaza tanto para él como para el futuro de todo el sistema de facciones. Dos años después, Cuatro está dispuesto a entrar en acción, pero el rumbo que tomará todavía no está claro. Es posible que la primera iniciada en saltar a la red lo cambie. Es posible que con ella se despeje el camino a un mundo mejor. Es posible que con ella vuelva a ser Tobías.