Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
¿Cuál es la diferencia entre vivir hoy en Dinamarca o en Siria? Efectivamente, la política. El primero es un país con un sistema flexible. El otro es un Estado fallido. La diferencia es el bienestar o la guerra, la vida o la muerte. Lo dice Runciman y lo demuestra su libro: la política importa. Más que nunca, importa y dirige nuestras vidas, economías y culturas. Por si no se habían enterado: Politics is the new hype. ¿Puede la impresora 3D cambiar la escala de los partidos políticos? ¿Puede Google sustituir al Estado? ¿Acaso nuestros tecnócratas son capaces de olfatear siquiera hacia dónde sopla el viento de la historia? Sin la irritante monserga de la corrección política, Runciman plantea estas y mejores preguntas mientras da cuenta de los auténticos mecanismos de la política: la coacción, la violencia, la guerra y la paz. Claro que la paz fomenta las opciones fáciles; las opciones fáciles promueven la mala política; la mala política amenaza con el desastre. Y todavía hay más.