Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Este es un libro de intenso amor. Lo definido como espiral que me alegra la pupila en fusilares de júbilo al mismo tiempo que la hiere profundamente (también la luz hiende). Porque esto es la poesía, esto es lo que finalmente la poesía le llama la Vida. Abro el libro, unidad de papel, tinta y milagros. Qué poesía tan onda, tan única, la de Jorge Hernández. Afortunados sus lectores porque de ellos será el reino de los verbos. Hacía tiempo que no leía un libro de poesía como éste, un libro con las manos aladas. Roberto López Moreno
