Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El nombre de Keber era pronunciado con respeto en la prisión de Maribor. Ladrones, falsarios, estafadores, delincuentes comunes y criminales de envergadura se inclinaban ante él y contaban sus aventuras con admiración y con miedo Keber había dormido en Vietnam entre cientos de cadáveres; había atravesado todos los océanos en barco, en la isla de Santo Domingo los generales temblaban ante su presencia, en Rusia las mujeres trataban de quitarse la vida por él, para arrestarlo, las autoridades movilizaron a todo un batallón, sitiaron un barrio y cerraron todas las salidas de la ciudad de Liubliana. Pero todas esas acciones no son nada frente a la gesta que lo hizo célebre la gran revuelta de la prisión de Livada, comparable en heroísmo y osadía a la revuelta de los judíos de Masada, en el siglo i, contra el Imperio Romano. Zumbidos en la cabeza no sólo es la crónica paralela de ambas revueltas, es una novela sobre la emancipación, la dignidad, la libertad y, ante todo, sobre el poder de la imaginación para derribar todo muro, toda prisión mental y física, toda esclavitud y todo servilismo. Es una novela contra los abusos de la autoridad. Es una novela que nos recuerda que sólo a través de la rebeldía el hombre alcanza su verdadero lugar en el mundo.