El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El siglo XIX fue una de las épocas en la que más cambios sociales y tecnológicos ocurrieron, y nuevas formas de pensamiento surgieron debido a estos cambios y avances vertiginosos.
Uno de los pilares del pensamiento actual nace de una profunda reflexión acerca de qué hacer cuando el ciudadano no está de acuerdo con algunas o todas las acciones del gobierno: para Thoreau es claro, la desobediencia civil.