Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Una novela verdaderamente única, pues el horror, el caos y el sinsentido de la guerra y de las vidas con las que arrasa en su torbellino de destrucción son narrados por cuarenta y cinco objetos inanimados, que involuntariamente son utilizados por los seres humanos como herramientas para destrozarse entre sí a través del punto de vista de las botas de combate, de un casco, una medalla, una lata de cerveza, una sierra para cercenar extremidades humanas o una sofisticada pierna prostética, Harry Parker ha escrito una novela polifónica, a la que el desapego con el que los objetos narran la locura humana confiere un talante tan escalofriante, tan absurdo, que por momentos consigue que envidiemos a esos objetos por la fortuna de no encontrarse atrapados en los interminables conflictos armados.