Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Desde tiempos inmemoriales, Ellcrys, un maravilloso árbol de corteza plateada y hojas rojas, ha protegido al pueblo elfo de los demonios que están aprisionados en un vacío dimensional denominado la Prohibición. No obstante, Ellcrys se está marchitando y camina inevitablemente hacia la muerte. El muro de la Prohibición, que Ellcrys sostiene con su poder mágico, por tanto, comienza a debilitarse y eso facilita al Dagda Mor, el más poderoso de los demonios, crear una brecha y huir de allí para volver, junto a la Parca y el Suplantador, al mundo del que una vez los desterraron. Consumido por el odio y los deseos de venganza, desea aniquilar a todos los hombres y gobernar el mundo entero. Sin embargo, primero tienen que evitar que puedan volver a ser expulsados: debe impedir que Ellcrys renazca. La única esperanza del pueblo elfo es, precisamente, el renacimiento de Ellcrys antes de que los demonios, criaturas mágicas, reaparezcan en un tiempo donde no queda más magia que la del druida Allanon y las piedras élficas de Shannara de la familia Ohmsford.