El detective de la policía de Chicago Sam Porter investiga el caso de un hombre atropellado, pues
los indicios en la escena del crimen apuntan a que se trata de El Cuarto Mono, un asesino en serie
que ha estado aterrorizando la ciudad. Su modus operandi consistía en enviar tres cajas blancas a
los padres de las víctimas que secuestra y mata: una primera con una oreja, una segunda con los
dos ojos, y otra con la lengua; y finalmente dejar abandonado el cuerpo sin vida en algún lugar.