Este libro es producto de una convivencia de seis meses en Inglaterra y de un reencuentro de una semana en Polonia, tiempos en los que se estableció una amistad que permitió al autor de este libro y al personaje del mismo, Ryszard Kapuscinski, una relación cotidiana en la que afloraron los recuerdos y las confidencias en un escenario para ambos extraño.