Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Este libro es producto de una convivencia de seis meses en Inglaterra y de un reencuentro de una semana en Polonia, tiempos en los que se estableció una amistad que permitió al autor de este libro y al personaje del mismo, Ryszard Kapuscinski, una relación cotidiana en la que afloraron los recuerdos y las confidencias en un escenario para ambos extraño.