Para hablar de la actual situación en Chile, Ariel Dorfman recurre a la memoria y, en específico, a una anécdota personal con su hijo Rodrigo. En estas páginas se habla del golpe de estado contra el gobierno de Allende, de la dictadura de Pinochet y de la herencia constitucional que arrastra desde entonces aquella nación. Esta es una construcción familiar, cercana, clara y un eco de las voces jóvenes y reprimidas que ahora alzan la voz para formar un nuevo modelo de desarrollo donde prima lo humano y no el lucro.