Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
El escritor H.P Lovercaft publicó un relato de una expedición enviada por la universidad del Miskatonic, en 1929, a explorar la Antártida. Descubrieron fósiles de un valor incalculable, enviaron informes sobre una misteriosa cordillera cuya altitud competía con la de los picos más altos del Himalaya. Dos hombres cruzaron las montañas en busca de alguien desaparecido; cuando regresaron estaban severamente trastornados y uno sufría una grave locura. En una meseta diabólicamente primitiva de más de veinte mil pies de altura, y en un clima letal para la vida, una masa de rocas regulares se extendía hasta donde alcanzaba la vista, sólo en la desesperación de la autodefensa mental no llegábamos a atribuirla a una causa consciente y artificial. Los habitantes de este yermo, ocultos en la blancura, no están muertos: esperan ser despertados.