Es durante esos largos ratos de soledad cuando empieza a oír la voz de un interlocutor imaginario que ejerce de confidente, entrevistador y juez al mismo tiempo, y que lo obliga a mirar atrás: a sus inicios poco prometedores, a su rápido ascenso a la fama como escritor profético, a sus intensas relaciones con las grandes figuras literarias de su tiempo