Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Aunque sea por un instante, todo ser humano tiene una madre. Tan diversa y complicada como las
personas mismas, esa conexión madre-hijo nos forja; es medular.
En esta colección de ensayos, 17 voces literarias presentan una introspección a corazón abierto
sobre lo que significa ser hijo o hija.
Cada ensayo es un momento para sentir y reflexionar, para analizar de manera más profunda el
vínculo individual que tenemos con nuestras propias madres. André Aciman, autor de Llámame por
tu nombre, habla sobre su infancia como hijo de una madre sorda;