Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En 1818, a la edad de 18 años Mary Shelley escribió Frankenstein, dando inicio a las novelas de cienciaficción causando una gran aceptación en este género de literatura. Esta novela inicia cuando el capitán Walton cuenta a su hermana, por medio de sus cartas, que había visto una extraña figura moviéndose muy rápido perdiéndose entre la nieve. Pocos días después rescató a un náufrago, de nombre Victor Frankenstein quien le narra sobre esa extraña figura.