Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Ya no tengo nada. Solo una fuente inagotable de noches fías, metálicas. Lo que me hace falta es dejar de sentir esperanza A mí nadie puede envidiarme. Estas líneas son parte de la profundidad, de la belleza y de la verdad que atraviesan la memoria del dolor y la voluntad de sobrevivir en una mujer que ha visto irse a su amado entre sus brazos. Con la construcción de un diario, la mirada poética y el cromatismo de los recuerdos, Socorro Venegas nos muestra el proceso oscuro del duelo lo que recorre un cuerpo y un alma embestidos por la ausencia, la espera y la búsqueda.