El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Aquel espigado muchacho de color apiñonado, ojos verdes y cabello rizado de apenas 18 años, era la atracción máxima de todos lo homosexuales: jóvenes y viejos. Era un cínico, si por que sabía que era poseedor de un magnetismo animal. Desaparecía por días o semanas. Volvía y, sin dar explicaciones, exigía en la forma más sexualmente convincente, que se le restituyera el cariño que, en su retiro, podría haber perdido.