Ante la inminente invasión del Imperio otomano, Roma debe hacer a un lado las antiguas diferencias con sus adversarios y unir a la región en contra de su nuevo enemigo en común. Así, Leonardo da Vinci se encuentra de nuevo inmiscuido en el juego político italiano, y su poderosa inteligencia se pondrá al servicio de la guerra. Donde todos ven una batalla, el artista ve oportunidades; donde hay rivales, él ve amigos