El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El campo de la ciencia no lo constituyen tan sólo las observaciones y el método; también el arte de razonar constituye una disciplina científica: la epistemología. Pero si el conocimiento en sí es un objeto de la ciencia, es necesario estudiar cómo está delimitado, pues existen otras verdades humanas, religiosas, metafísicas o artísticas, cuyo conocimiento se adquiere al transitar otros caminos