El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El presente texto narra la angustia de un marinero que, tras ser expulsado del barco en el que trabajaba, deambula por el puerto sin poder echarse nada a la boca. Pasan dos días y este joven siente que el hambre lo azota como un latigazo que le quema las entrañas